Adiós niña eterna,
duerme en tus cálidos pétalos de inocencia,
nace de nuevo de entre los que te conocieron,
tramposa vida llevaste,
mas supiste soportarla, tal vez sin entender el verdadero por qué,
cualquiera quisiera poseer tu valentía,
vivir con lo esencial,
perecer lentamente, tal vez sin entender el verdadero por qué.
Tal vez simplemente fuimos nosotros los incapaces de entender el verdadero por qué,
misterio sin compasión,
nadie más que tú supo qué era lo que te aflijió,
simple simulación, complejo de entender.
Así me despido, sin claveles ni rezos,
sólo con palabras que fluyen de mis dedos para ti,
saludame a mis antepasados, en especial a mi abuelo,
Adiós niña, ahora te vas, sin explicarme tu manera de ver, creer, vivir.
Tal vez sólo no debemos preguntarnos por qué,
para abstraer lo indeleble y permanente.
Chao Luisa. Te queremos.
viernes, 25 de julio de 2008
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3 comentarios:
Wn casi me hacés shorar mi nena, me da pena lo de la Luisa igual. Fue terrible y lamentable.
Te quiero nena, mi guaguita. Mañana nos vemos y capacito que me quede con ustedes.
Beso
Carlota Porota
la queremos
Pisa!
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